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La muerte camina detrás tuyo[]

Mientras tanto, en el rancho de las palomas turbas, Héctor veía las noticias:
Asesinan al oficial de policía Enrique Fonseca, implicado en el escándalo del atentado contra el candidato del PRI Manuel Ruíz de 45 años. Enrique fue asesinado mientras comía en un restaurante en el centro de la ciudad, según informan autoridades del centro de la ciudad.

El candidato del PAN, Mario Mercado dio su apoyo a su contrincante y pidió encarcelen a los que resulten responsables.

En estos momentos, cientos de personas que marchaban a favor de Nico que inició en la lomita y llegarían hasta el palacio de gobierno, al parecer están linchando a unos sujetos de unas hummers, se cree que son los que mataron a Fonseca, el ejército intenta salvar a los presuntos sicarios, pero el líder de ellos, Ismael Peniche, alias “el Mayel” de la AFI que junto a Nico colaboraron con la Policía Judicial, declaran que ellos son los culpables y que merecen la muerte pues también están implicados en un tiroteo contra una secundaria y 14 muertos en represalia a la captura del “León” Prieto, líder original del cártel, que cuyos hijos heredaron..

-Pinche Nico, aunque no creo que sea tan fácil de chingar, por eso pedí de tus servicios, Tigre Blanco, tu jefe dijo que eras el mejor yakuza de Japón
-Así es señol, yo acabal con el tal Nico
-Perfecto, por que no dudo que el cabrón se haya chingado a todos, y más después que me deshice se su puta hija, lo peor es que casi se chinga a todos mis Betas.
Un helicóptero negro aterriza en el techo, es Nico que llegó usando el helicóptero que estaba en la mansión de Las Quintas. Nico baja con sus armas en mano listo para la batalla final.
-Muy bien, en lo que ustedes por fin se chingan al Nico iré a hacerme un palito con mi perra, así que al rato nos vemos cabrones-
Nico patea la puerta y abre fuego
-Es Nico- Héctor corre para evitar ser atrapado.
Los betas empiezan a disparar, Nico se esconde detrás de una pared, para después asomarse donde está la puerta abierta y seguir con el tiroteo, hiriendo a 2 Betas, el yakuza solo veía para poder estudiar los movimientos de Nico.
Nico entra por otro cuarto y le rompe un brazo a un Beta, después dispara contra otro, uno a uno van cayendo hasta que solo queda el yakuza.
-Vaya, muy bien hecho señol-
-¿Y tú que tienes que ver con todo esto?-
-Me pidieron que ayudala al cohinita pibil por que usted está muy cablón-
-Vaya, ahora me trajeron un yakuza, que feliz soy-
-Le dalé otla opoltunidá, yo polel calcular cientos de folmas pala matalo, pol eso soy invencible, así que o coopelas o cuellos-
-¿No querrás decir cuello en singular? ¿Por que entonces sería mi cuello o el tuyo?

El yakuza saca su katana y empieza a atacar, Nico esquiva pero este voltea y le hiere de un brazo.
Ni vuelve a pararse, y el yakuza le clava la katana en el vientre.
-Se lo dije señol, yo puedo calculal los movimientos-
-Pero no puedes esperar lo inesperado
Nico sujeta el brazo donde el yakuza tiene agarrada su katana y se la quiebra, para después sacarse la katana del vientre y decapitarle, la cabeza sale rodando por el suelo. -Nunca se esperó esto ¿verdad chinito?

En otra recamara, Héctor acababa de terminar de tener relaciones con su “perra”, estaba satisfecho, el pensar en Nico muerto y destripado lo excitaba, como recibir un beso negro o darle a ella de perrito.
-¿Verdad que te gustó cabrona?-
-Sí, nadie la tiene como tú, papi
-A huevo ¿Qué te decía que también por aquellito te iba a gustar?
-Oye, ¿ya habrán matado al Nico?
-Sepa, ve a ver tú
Nico se para enfrente de la cama, apuntándoles con una pistola, mientras escondía algo con la otra mano
-Hola hola- dice Nico
Ella intenta huir pero solo logra que Nico la tome del cuello y la arroje por la ventana.
-Cochinita Pibil, tanto tiempo sin vernos
Héctor se ponía los pantalones, Nico no dejaba de apuntar con su arma.
-Oye Nico ¿Por qué en vez de usar tus fuerzas para acabar conmigo no lo usas para sacar mejor feria? ¿Crees que matándome a mí acabarás con todo el narco? Claro que no, otros tomarían la plaza, estarías en la misma ¿Por qué no le entras al negocio? ¿Por qué te caen tan mal los narcos? Si nosotros hacemos que el país salga adelante
-Un país que se mantiene a flote en la ilegalidad está condenado al colapso
-La 1ra noche que nos vimos me estabas tirando mierda por mis lujos ¿te has visto tú últimamente? ¿Qué carro tenía? ¿Dónde vivía? ¿De que le sirvieron los estudios? ¿Cuánto le pagan a la quincena? La anda cagando, sus ideales de “narco malo, antinarco bueno” es ver el mundo en blanco y negro, admitámoslo, los capos, la policía, el gobierno, los medios, la iglesia TODO está embarrado del narco ¿y sabe por que? ¡Por que somos las ley, la ley del plomo compa! ¿Cómo la ve?
-Yo a los narcos como tú los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos
-¿Así como? ¿Qué no se da cuenta a donde corre el agua?
-¿O sea que tengo que seguir al corriente? Estás idiota, solo los peces pequeños y gordos lo hacen, pero yo no soy un pez, soy el hombre y el hombre puede hacer presas, puede detener un río, cambiar el curso del mismo; Solo los animales se tienen que acostumbrar a su entorno, pero el hombre hace que el entorno se acostumbre a el; Por cierto, ya se te acabó tu tiempo, y mira que te di más que el que le diste a mi esposa.

Héctor se tira por la ventana rota, Nico, quien tenía en sus manos la cabeza del yakuta y la katana “por si acaso” se la lleva en su mano izquierda y salta también por la ventana para perseguirlo, cayendo en el cadáver de la novia, misma que usó Prieto para amortiguar la caída. Intenta correr pero Nico le sigue la pista, hasta que Héctor se sube al helicóptero y este despega.
-Ja ja ja, ya te la pelaste Nico- Grita Héctor desde arriba
Nico se detiene y piensa en algo; Saca 2 granadas que tenía guardadas y se las pone a la cabeza del yakuza, se prepara para lanzarla, y lo hace, haciendo explotar la hélice pequeña del helicóptero, lo cual hace que pierda el control de la nave, el helicóptero cae. Minutos después, Héctor sale lastimado del siniestro, donde murió el piloto. Nico se acerca al lugar caminando.
-Vaya, no pensé que sobrevivirías
-No, Nico, por favor, ya déjame
-Mira lo que me regaló el chinito- Nico enseña la katana
-¿Qué vas hacer con eso? No, no…
Nico lanza un corte horizontal a la altura de las rodillas, rebanándole las piernas, los pies caen al suelo
-Ya que a ti te gusta la ley del plomo, pues a mí me gusta la ley de la espada.
-No le tengo miedo a la muerte, ella me protege, mi vida por la tuya- Prieto saca una pistola de su pantalón pero Nico le rebana el brazo.
-Tu te metes con quien se te da la gana, yo también, que tu muerte sirva para que nadie deba meterse con Nico, ni con la gente buena, maldito.
-Nico suelta la espada y saca su pistola para dispararle hasta que se acaba el cargador, la cabeza le quedó parcialmente desfigurada y su torso lleno de agujeros.

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